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EUSTAQUIO FRIAS

UBICACIÓN: PARQUE CENTENARIO, C.A.B.A.

AÑO: 2018

TIPO: EDIFICIO RESIDENCIAL

ESTADO: VENDIDO

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Se trata de un edificio construído en el barrio “Parque Centenario” de la Ciudad de Buenos Aires. La zonificación urbanística donde se emplaza solo permite cuatro pisos de altura. Mediante un exhaustivo estudio del asoleamiento que tiene en cuenta las distintas épocas del año, nuestra estrategia espacial y morfológica se concentró en maximizar y llevar al extremo el concepto de planta corte aterrazado. 

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EUSTAQUIO FRIAS

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Memoria Descriptiva

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Trabajamos la volumetría del edificio como un aterrazado Incaico. Grandes bloques que se desfasan

entre sí que generan amplios escalonamientos de uso.

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Urbanísticamente esta estretegia no dejo de lado la adaptación, el diálogo y la costura necesaria

para que la manzana sea reconstruida. Una Viga en el remate superior se toma del edificio

existente y se mantiene a la espera de una posible construcción a edificar en el lote opuesto.

Esa viga, además de vincular ambas medianeras, genera un espacio intermedio, entre los

interiores y los exteriores del edificio. Así, la propuesta aterrazada no se disocia ni disrumpe

la morfología urbana predominante de la ciudad (la manzana, como bloque cerrado y compacto).

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La planta baja es libre y abierta, aprovechada para guardar vehículos y bicicletas. El frente está compuesto por una faja continua y ciega de portones de madera que no dejan ver el interior. Solo una banda de vidrio en el tercio medio de su altura deja entrar la luz y la vista a nivel vereda. Esta decisión está determinada por la necesaria protección y preservación del mundo interior del edificio frente a la no resuelta marginalidad del mundo exterior.

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Entendemos a la arquitectura de hoy como un hecho complejo y cambiante que debe adaptarse a los procesos sociales del entorno. La arquitectura no puede hacer oídos sordos a lo que ocurre afuera y en su calle. Dependiendo de su situación particular debe participar de forma inclusiva y otras veces debe preservarse; lo que definitivamente no puede es ser indiferente, prejuiciosa y formal. No creemos en las decisiones automáticas y repetitivas, la arquitectura debe tomar posición de forma activa, resolviendo los problemas eternos-funcionales proponiendo respuestas creativas y novedosas; porque los cambios en la sociedad de hoy son vertiginosos, la Arquitectura no puede ser definitiva.

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