Memoria Descriptiva

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Para el primer edificio, articulamos el ingreso sobre planta baja, el cual se vincula con el nuevo núcleo circulatorio vertical. Para el segundo, dada la gran superficie a intervenir, nuestra idea fue dividir la planta libre en dos grandes sectores separados por dos patios y cocidos por un núcleo circulatorio vertical. De esta manera, logramos viviendas con gran iluminación y ventilación natural, que respiran, ventilan y se nutren del frente, del centro y del amplio contra frente del predio. 

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Por un lado unidades chicas, mono y dos ambientes, destinadas a jóvenes profesionales, parejas y estudiantes. Todas con balcones terrazas y la comodidad y flexibilidad que impone la vida moderna. Como anexo y remate de este volumen, una terraza con solárium y piscina de uso común, donde se produce la socialización de los usuarios del condominio. Por el otro, unidades más grandes, destinadas a parejas con hijos, las cuales armamos en configuración Triplex. Tienen una planta inferior con cocinas y amplios estares que se expanden a generosos balcones aterrazados. Habitaciones en la planta superior, y una terraza propia que funciona como patio privado a cielo abierto, donde los usuarios pueden vivir como en aquellas antiguas casas que poblaban el barrio. 

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Nos propusimos que cada unidad tenga expansión, iluminación y ventilación natural. Así nacen los dos pulmones verdes que inyectan oxígeno y vitalidad a cada una de las unidades desde el centro hacia fuera de la planta. Con abundantes plantas y árboles, estos patios son como dos oasis que brotan entre las duras estructuras de hormigón armado del conjunto. 

 

Para resolver, unificar y potenciar las fachadas, diseñamos un sistema modular que consiste en una estructura metálica que emergen desde la planta baja en sentido vertical. Este elemento rivolta en horizontal generando pérgolas que cubren los balcones en doble altura. Detrás de esta estructura principal, aparece el segundo conjunto de elementos: una serie de módulos compuestos por bandejas de chapa lisa, bandejas  micropérforadas y mallas metálicas. La primera se ubica sobre los sectores ciegos y de circulación, protegiendo la estructura del efecto del tiempo para un mejor mantenimiento. La segunda, sobre los niveles de cocheras, otorgando luminosidad, ventilación, y no menos importante: seguridad. La tercera, sobre los niveles de vivienda, donde el espacio interior y exterior y los limites del edificio se difuminan. Toda la fachada queda integrada y unificada por elementos vivos. Hiedras y enredaderas crecen por los elementos verticales de la estructura, se enredan y mimetizan entre las chapas y mallas, generando espacios vivos y cambiantes, como es el hábitat de la naturaleza. 

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